Este pastel tan flamenquito ha ido a parar a las manos de Merche, una andaluza afincada en Catalunya. Me he atrevido con muchas cosas que nunca antes había hecho, como la peineta, las castañuelas o los claveles.
A todos los pasteles se les coge un cariño especial, todos son importantes por algo, pero este me tiene enamorada. Me atrevería a decir que es, de momento, el que ostenta el trono. Mi favorito sin duda.
Para realizar la peineta y las castañuelas me inspiré en unas que fueron de mi abuela, muy antiguas ya.
Los claveles son muy facilitos de realizar, pensé, probé, experimenté.... y después de muchas flores que nada tenían que ver con un clavel, los conseguí. Algún día os enseño cómo.
¿y de sabor? Bizcochos de chocolate rellenos de chocolate negro a la naranja
Gracias Carol por confiar de nuevo en mi :)